Dificilmente el lugar al que lleguemos despues de un largo camino sea lo que nos llene si durante el recorrido tratamos
de mantenernos intactos, esquivando todo peligro y sin enfrentar nunca un desafio.
Toda ruta presenta siempre senderos que nacen de sus bordes ofreciendo distancias mas largas y dificultades mas grandes.
Pero al salir por el otro extremo y encontrarnos de nuevo en la ruta segura, se nos habrán pegado mas florcitas con pinches
típicas de esos caminitos en las medias o aun peor en las piernas, nos habremos encontrado insectos mas raros, escuchado
mejor a los pajaros o los habremos visto mas de cerca. Muy probablemente éste camino alternativo habrá presentado alternativas
dentro de el mismo y nos habremos visto olbigados a decidir muchas veces logrando perdernos, volviendo atras y retomando sobre
nuestros pasos para volver a avanzar. En este caminito podemos doblarnos el tobillo una o dos veces, romper la zapatilla que
venia ya medio destruida, nos golpeamos la cabeza con una rama medio baja, encontramos un palo para usar de bastón, se lo
regalamos a nuestra amiga y buscamos otro para nosotros. Nos dimos la mano para no caernos, o nos escondimos mas adelante para
asustar al grupo cuando llegara mas tarde.
Mucho mas rápido podiamos llegar al mismo punto siguiendo la ruta segura, sin tantos obstáculos ni peligros de todo tipo.
Pero definitivamente, llegar a ese lugar, se vuelve diferente según el camino elegido...
foto: Bar Musumeci
